miércoles, 29 de octubre de 2008

Apuntalando las ruinas

El tiempo imparable plateará nuestras sienes,
y hará de nuestros recuerdos cenizas y humos...

Siempre me ha gustado este cantautor, porque es muy ácido pero utiliza unas imágenes muy buenas.

Creo que esta canción recoge muy bien lo que supone dejar pasar ocasiones en la vida... no sólo en el amor, como dice la canción, sino en todo.

Y es que no hay peor pecado que el de la omisión, ya sea por miedo, orgullo o, simplemente, desidia.

Al final, cuando tengamos ya "artrosis en el alma", echaremos de menos la fuerza que la edad nos dio para poder tomar el control de nuestra vida: formar proyectos familiares, disfrutar de nuestro trabajo (ya que hay que hacerlo, mejor hacerlo con alegría), de nuestros amigos...

Dejemos de apuntalar las ruinas y... ¡Vamos a por ello!

lunes, 27 de octubre de 2008

Malos tiempos...

... para la lírica.
Siempre que paso una "mala racha" me acuerdo de esa canción... resuena en mi cabeza el estribillo y, cuando me doy cuenta de que ando tarareándola, siempre coincide con una mala temporada.
Y es que las cosas no vienen solas... Estoy llevando un asunto penal para dos de mis hermanos, que llevo yo porque nunca creímos que llegara a este punto, ya que todo comenzó por una bronca de mi hermano con su socio y ahora... ahora les están pidiendo a cada uno de ellos cinco años de prisión por algo que no han hecho y que se inventó el contrario para presionar en la negociación... Ahora se lo tengo que decir a mi hermano, que vendrá en un rato a mi oficina. No he querido decirle nada a nadie para que, por lo menos, este tema no les "estorbara" en la cabeza este fin de semana.
No quería que les preocupara este asunto, porque el viernes por la tarde nos dijeron que una biopsia que le habían hecho a mi hermana mayor de un lunar que le habían quitado en la nariz... habia resultado ser cáncer. No un melanoma, un tipo de cáncer no muy agresivo y que no suele hacer metástasis, pero que requiere que le quiten un trozo de nariz. Se fue con urgencia a ver a un dermatólogo amigo de un primo nuestro... a Galicia. Tuvimos que articular todo el sistema familiar para poder atender a sus dos hijos, claro, pero eso era lo de menos.
Ese sistema tuvimos que articularlo porque, en condiciones normales, los niños se habrían quedado con mi madre todo el fin de semana, pero... mi madre sólo podía quedarse con ellos el sábado, ya que el domingo la ingresaban para una operación en el paladar que le han programado con urgencia... Anestesia general... otra preocupación más: yo le temo a los quirófanos y hospitales, tal ha sido mi experiencia en ellos.
La conjunción astral del fin de semana ha sido de lo peorcito, como se ve... Y sobre todo, la sensación de soledad que me ha producido la noticia de mis hermanos, al no poder compartirla con el resto de la familia, incrementada por la circunstancia de que mi hijo no estaba este fin de semana conmigo.
No pienso rendirme... ni con esto ni con nada... y si me caigo, me levantaré lo más rápido que pueda. Ya esta todo en marcha; en cuanto a lo que de mí depende... he contactado con un buen despacho especializado y carisísimo para ver si pueden hacerse cargo de asunto de mis hermanos, porque yo no lo debo llevar. Y ahora lo hablaré con mi hermano. Mi hermana ha vuelto del dermatólogo con un tratamiento alternativo que puede evitar que la dejen sin nariz. Mi madre acaba de salir del quirófano y está en recuperación... sin incidentes durante la intervención.
Me gustaría tener a alguien en mi vida para poder apoyarme cuando vienen estos momentos... alguien a quien servir de soporte también cuando tenga sus propios baches. Pero está escrito que no va a ser así, por lo menos de momento y de aquí a mucho tiempo. Sin embargo, mi hijo volvió ayer de estar con su padre, y recibí muchos abrazos, besos y "tequieros" de su parte... Y me sentí muy aliviada.
La melodía que resuena en mi cabeza se va apagando poco a poco...

miércoles, 15 de octubre de 2008

Conflictos de personalidad

Hace ya tiempo que vengo siguiendo un blog sobre seducción, escrito por Naxos, que se llama La Estrategia de la Seducción (http://naxoseduccion.blogspot.com/). Al principio, lo leía porque me fascina todo aquello que se refiere al comportamiento humano. Y me gustó porque su enfoque es diferente a la de otros blogs y webs sobre la materia, ya que no trata a las mujeres como si fueran un premio, un objeto, o personas a las que se puede descodificar con rutinas aprendidas, negas y toda esa bateria de herramientas que persiguen un ligue de un día y nada´más. En este caso, Naxos parte de la idea de que todos necesitamos tener cierto nivel de éxito con el sexo contrario, y que el problema de quien no lo consigue está, fundamentalmente, en la falta de seguridad en uno mismo; así que centra casi todos sus blogs en mejorar la actitud de los hombres hacia sí mismos, en su autoestima, su mejora personal, en definitiva. Insiste en que uno tiene siempre que ofrecer "la mejor versión de uno mismo"...

Estos últimos días está publicando una serie de posts dedicados especialmente a la timidez, y son francamente interesantes... En mi caso particular, que no me considero tímida, sí que creo que me está permitiendo encontrar el origen de mi falta de asertividad, de mi excesiva docilidad en las relaciones personales que, si bien me ocasiona a la larga situaciones en la que no me encuentro cómoda porque termino siendo el felpudo de todo el mundo (esa sensación es la que tengo, no digo que la gente me trate como tal), de forma inmediata es una especie de refugio seguro al permitirme obtener de forma rápida la aceptación de las personas de mi entorno: no soy conflictiva, nunca digo no, estoy dispuesta a ceder mi espacio para que las personas puedan disfrutar del suyo...

Y creo que el origen está en que, desde pequeña, siempre consideré que mi hermana mayor era lo mejor que había: guapa, femenina, inteligente, valiente... Y yo me comparaba con ella, y percibía comparaciones de mis padres, mis abuelos y mis tíos, en las que siempre ella se llevaba la mejor parte. No digo que fuera realmente así, digo que así lo percibía yo. Solo había un fallo en mi hermana: siempre tuvo un carácter fuerte. Así que creo que yo me dediqué a intentar destacar, precisamente, en aquello en lo que consideraba que podía ser mejor que ella: docilidad.

Es posible que haya encontrado el origen de todo, así que seguiré leyendo sobre esa serie que está escribiendo Naxos, a ver si también puedo extrapolar lo que dice sobre la timidez a lo que yo creo haber encontrado sobre mi falta de asertividad.

Probemos, pues. Nada se pierde con intentarlo ¿no?

martes, 14 de octubre de 2008

Charlas con mi hijo (II)

Desde luego, si antes abro esta serie, antes me surge la ocasión de postear sobre el tema... Y esta ha sido una charla muy seria a la que temo desde que me separé.
Ya hace dos años que me preguntó por primera vez por qué su padre y yo nos habíamos separado; yo intenté explicarle en términos que pudiera entender, que la causa fue que no éramos felices juntos. Y como estoy cansada de leer que los hijos de padres separados piensan que son ellos el motivo, que algo hicieron mal, o que sus padres (uno o los dos) no les quieren los suficiente... insistí mucho en que tanto su padre como yo le queríamos muchísimo, y que nos queríamos también entre nosotros muchísimo, pero que decidimos que era mejor vivir separados porque nos peleabamos mucho... y que la única forma de poder seguir queriéndonos era separarnos.
Y también hace tiempo que respondí a la pregunta de cuándo iba a volver a vivir con su padre: nosotros no viviremos juntos de nuevo, porque somos más felices así, y tu padre tiene una mujer que también lo quiere mucho y con la que puede vivir feliz... y a la que nosotros también queremos mucho, porque hace feliz a su padre...
Todos felices, todos nos queremos mucho, todos estamos de acuerdo en vivir como lo estamos haciendo... En fin, todo positivo. Y su padre mantiene, conmigo, la misma versión de respuestas a esas preguntas.
Sin embargo, ayer, me preguntó mi hijo por el motivo de nuestro traslado a Madrid cuando nos separamos su padre y yo... "Hijo, me vine a Madrid contigo porque necesitaba que la abuela me ayudara a cuidarte"... Oh, oh... según terminé de decirlo, me dí cuenta de cuál iba a ser la siguiente pregunta: "¿Y por qué mi padre no te ayudó a cuidarme? Mi padre sabe cuidarme, nos podiamos haber quedado allí, y así yo no le echaría de menos..."
No puedo decirle a mi hijo la verdad, porque para él su padre es lo mejor, es lo más... es su héroe... Dice que cuando sea mayor y fuerte como su padre, se irá al desierto a cazar miles de escorpiones, serpientes y cocodrilos... dice que cuando sea mayor llevará el pelo como su padre... que se pondrá traje y corbata como su padre... No puedo decirle que su padre, en aquel momento, no trabajaba, no podía ni sostenerse a sí mismo y, además, estaba en tratamiento de rehabilitación... no puedo decirle que llegaba a casa a las cinco de la madrugada totalmente puesto, gritándome e insultándome, a pesar de que él, que era un bebé, estaba durmiendo en la cuna... Que me tuve que ir porque empezaba a tener miedo, por mi salud mental y porque veía que nada iba a cambiar, y por que me dí cuenta de que, sólo si me iba, él podria llegar a tener la idea que hoy tiene de su padre, ya que no recordaría nada de aquello...
Su padre ya no es así, ahora mismo está fuera de ese problema; trabaja y convive con una mujer que le hace feliz, y viene a verlo , lo llama a diario, y se va con él en vacaciones... pero cometió un error que le costó su familia... No puedo decírselo a mi hijo.
Hacía tiempo que no lloraba por este motivo, pero no pude evitarlo. Por suerte, mi hijo no me vio porque ibamos en el coche... mi hijo me culpa por haberle separado de su padre... Subí la música porque ponían una canción que le gusta a mi hijo y cuando se terminó, solamente le dije: "Tu padre no podia ayudarnos porque el pobre estaba muy malito, él quería... pero no podía; ahora ya está bueno, y por eso, puede cuidarte cuando viene a verte o cuando te vas con él de vacaciones".
Dios, qué dolor de hijo. Qué dolor de vida.

domingo, 12 de octubre de 2008

Charlas con mi hijo (I)

Mi hijo suele sorprenderme con preguntas complicadas... suele aprovechar para ello los momentos en los que vamos en el coche, y es habitual que, por la mañana, corriendo con las prisas de llegar al colegio, además de sortear atascos me vea apurada por tener que respoder a cuestiones muy serias en términos que pueda comprender un niño de seis años.
El otro día me preguntó "Mamá ¿quién es Dios?"... Creo que en ese momento se me heló la sangre: yo no soy creyente, pero siempre he tenido la idea de que carecer de fé es una desgracia como otra cualquiera, y que las personas con fé son afortunadas porque tienen un apoyo más en sus vidas. No quiero influir en mi hijo de forma directa, así que me ví en un dilema... ¿qué podía contestarle?...
- Pues, Dios, hijo, es un ser que hay personas que piensan que existe y hay personas que piensan que no existe. Los que piensan que sí existe, dicen que Dios es un ser superior que tiene el poder de crear y de dar reglas sobre cómo deben hacerse las cosas. Dicen que creó el mundo y a los hombres y mujeres, y que hizo todas las cosas que hay en él.
- ¿También las ballenas, los tiburones, los cocodrilos?
- También. Todo.
- ¿Y también el sol y el viento, y las tormentas y los truenos?
- Todo, todo.
- ¿Y los que dicen que Dios no existe?
- Los que dicen que Dios no existe, piensan que el mundo y todo lo que hay en él, surgieron de una gran explosión de la que nacieron los planetas, el sol, las estrellas...
- ¿Y el mar, y los tiburones, y las ballenas?...
- Si, también el mar, los tiburones... todo. Dicen que todo nacio de una gran explosión y que no existe ningún ser superior al hombre, que es quien puede dar las reglas de cómo se tienen que hacer las cosas...
- Ah, y... ¿tú qué piensas?
- Bueno, no importa lo que yo piense. Lo más importante de esto es que cada uno puede pensar lo que le parezca mejor. Y que no es mejor una opinión que otra, es distinta. Y que uno puede pensar hoy una cosa, y cambiar de opinón otro día. Lo importante es que los que creen y los que no creen en Dios son iguales y tienen derecho a su propia opinión.
- Ya, pero... ¿y tú que opinas?
- Bueno, no importa lo que yo opine... ¿tú qué opinas?
- Yo creo que el mundo nació de una explosión gigante.
- Bueno, ya sabes que cuando quieras puedes cambiar de opinión ¿no?
- Si, pero no voy acambiar nunca de opinión... Dime lo que tú crees.
- Bueno, yo cuando tenía tu edad, opinaba que Dios sí existía...
- Ya... ¿y ahora? ¿qué dices ahora?...
(Y ya no tuve más remedio, me tenía acorralada...)
- Bueno, yo pienso que Dios no existe, que el mundo como lo conocemos surgió de una explosión, y que el hombre es la medida de todas las cosas, es quien hace las reglas, y es quien es responsable de las cosas buenas y de las cosas malas que pasan... Pero igual, otro día pienso otra cosa...
- Si, ya... tú y yo pensamos igual, entonces...
Me quedé muy marcada con esta conversación, pero luego, al cabo de una semana, cuando estaba viendo una película, me preguntó... "porque ese es Dios ¿verdad mamá?, Dios existe ¿verdad mamá?"... Y me quedé tranquila al saber que mi niño, con seis añitos que tiene, no sería víctima aún de la duda existencial que nos aqueja a los no creyentes.

viernes, 3 de octubre de 2008

Arriba y abajo.

Creo que fue en el mes de junio cuando le ví por segunda vez... Ya me pareció al conocerle que era un hombre atractivo con apariencia de triunfador, un yuppie sevillano de estilo pijillo, con ese acento que ahora no se lleva nada disimular, sino todo lo contrario. Pero en esta ocasión estaba pletórico de veras.

Nos citó, a mí y a mi cliente, en la cafetería del Hotel Palace... Nos esperaban en una mesa bajo la cúpula, el y un comercial de su empresa... se notaba la diferencia de nivel en la empresa con solo observar su distinta forma de vestir: él llevaba un traje de corte impecable, una camisa moderna pero no llamativa y una corbata muy elegante y que debía tener un tacto suavísimo; el comercial que le acompañaba vestía un traje de confección de peor tejido y que le hacía algún faldon que otro, una camisa de hiper-moda nada discreta y que se arreaba de bofetadas con la corbata. Pero además, mientras él estaba sentado cómodamente, reclinado hacia atrás con una pierna cruzada sobre la otra (zapatos negros bien lustrados, de cordones, con calcetines negros de hilo de escocia), el comercial estaba inclinado hacia adelante, apoyando los antebrazos sobre las rodillas, con un cierto gesto de ansiedad en la cara.

Al llegar nosotros a su mesa, por supuesto ambos se levantaron. Se produce siempre en estas situaciones algo confuso, porque a mí, al ser mujer, los hombres no saben si deben estrecharme la mano o darme dos besos... yo prefiero la mano, que así aprovecho a tantear el pulso del contrario y... en efecto, mientras el comercial me dio una mano un poco "blanda", el suyo fue un saludo que se notaba muy estudiado y practicado.

La conversación comenzó con una frase del tipo que yo me esperaba "¿quereis tomar algo? aquí es que ya nos conocen y esta es siempre nuestra mesa, es la que más nos gusta". A continuación este "boss" sevillano, introdujo el tema haciendo su papel, que no era otro que pintar un paisaje de seguridad y tranquilidad, tanto en lo que se refiere al mercado inmobiliario como, especialmente, a su empresa de cuya solvencia no había duda, y de la que nos podía facilitar si queríamos informacion bancaria... que, no obstante, la promoción concreta en la que mi cliente había invertido está sufriendo unos retrasos por cuestiones administrativas, pero que no quieren perder su confianza y le proponen un estupendo negocio para sustituir al anterior: una promoción en Brasil... Menos mal que no me dejo despistar facilmente por un traje bonito con buena percha ¿no perder la confianza de mi cliente?... si le habíamos estado enviando reclamaciones extrajudiciales desde enero y habíamos presentado la demanda en marzo... Hacer de la debilidad fortaleza... es una consigna básica del marketing. De escuela, vamos.

Dejó el trabajo comercial "sucio" a su acompañante, que desplegó folletos, infografías y planos, y que no conseguía evitar que cierto nerviosismos asomara por la comisura de sus labios temblorosos al no saber, en muchos instantes, si le tocaba reir, sonreir o qué.... claramente estaba muy pendiente de sus gestos porque algo que él si sabía y nosotros no le rondaba la cabeza... Tsé, tsé...

Nos despedimos amablemente, esta vez con dos besos (hemos tomado café juntos en el Palace... ya hay confianza) prometiendo contestar en breve a su oferta pero anunciando que sería negativa seguramente. Al despedirme me miró directamente a los ojos, con esa mirada que intenta transmitir seguridad y confianza, y una sonrisa de apariencia franca... Mi cliente, que es listo como un águila, me hizo comentarios sobre la reunión que coincidían con mis conclusiones: la empresa aún no tiene impagados pero los va a tener en breve, y quieren cerrar el acuerdo cuanto antes... tanta exhibición... además, mi cliente no quiere ir a Brasil para nada, solo quiere que le devuelvan su dinero.


Esta semana le he vuelto a ver... Esta vez venía él solo, no traía ayudante para el trabajo sucio, y la reunión fue en una agencia que ha colaborado con ellos en la comercialización de las promociones. Tenía mala cara, ojeras y la corbata ligeramente aflojada... yo creo que hasta estaba despeinado. Quizá no tenga nada que ver, pero el párpado del ojo izquierdo lo tenía ligeramente más caído. Era la viva imagen del abatimiento, defendiendo sólo a la empresa, físicamente agotado, con la mirada triste... Cuando llegué, estaba sentado a la mesa de reuniones, inclinado hacia adelante reposando el peso de su espalda sobre los antebrazos apoyados en la mesa... se giró, me miró, se puso en pie y me dijo... "estás más delgada, ¿no?"... Evidentemente tenía la guardia baja, porque ese comentario (que a mí me sentó bien porque estoy a régimen) tiene una índole personal de lo más inapropiada, claro... Pero venía rendido, a decir que ahora, la empresa está estrangulada, no van a ir adelante con la promoción de mi cliente, pero además, van a vender el suelo de Brasil... las promotoras no les pagan, no pueden pagar a las subcontratas... tienen mucho suelo, pero ninguna liquidez... vienen a ofrecer la obra construida que tienen en la península. Se agacha. En el suelo hay un "ranchito" de carpetas y carteras, con folletos, infografías y fotos. Y comienza a enseñarle a mi cliente lo que puede ofrecerle. Pero no pueden devolverle el dinero porque eso es lo que no tienen.

Yo lo miraba y comparaba esa imagen con la del Palace; no podía evitar pensar en lo mal que lo debía estar pasando. Probablemente su puesto de trabajo está pendiente de un hilo, y ha debido trabajar a destajo en los últimos meses, viendo además como el barco cargado de oro se hunde por su propio peso, sin que todo el tiempo que él dedica a achicar agua pueda impedirlo. Y además parecía sentirse derrotado y evitaba mirarnos, como si tuviera verguenza, como si supiera que estábamos acordándonos de su mesa favorita en el Palace...

Y así, derrotado, me pareció más persona, más auténtico, incluso más atractivo al poder verle a él y no a la imagen que vende de él... vi a un hombre de mi edad aproximadamente, que ha estudiado una carrera para tener un buen trabajo, que además hace bien (porque el despliegue del Palace era bueno, y él parecia salido del Actors Studio), en el que invierte el tiempo necesario para que salga adelante, cediendo su tiempo de ocio si es necesario... y que se ha visto pillado por este maremoto económico que se nos ha venido encima...

No me gusta ver sufrir a la gente, no me gusta pisarles el cuello cuando están caídos... podía haberlo hecho, porque yo creo que estaba dispuesto a recibir hasta insultos (parece ser que algún inversor citado el mismo día ya se había despachado agusto un rato antes)... Así que decidí echarle un cable y facilitarle las cosas... total, el resultado va a ser el mismo. Y le dije... "puf, parece que nos ha pillado el toro con esto de la crisis, se ve que estás pasando un mal rato Ignacio... debes haber trabajado mucho estos últimos meses, pareces cansado o... ¿es del viaje?... en cualquier caso, somos conscientes de que en este momento estamos en el mismo barco y nuestro enemigo común es la crisis, intentaremos buscar soluciones que a todos nos sirvan, vamos a ser creativos, algo se nos ocurrirá... si no es así, pues veremos por donde sale el juicio... el juez resolverá y si la empresa aún sigue en pie, cobraremos y si no... pues nada". Me miró a los ojos directamente y me sonrió francamente, relajándose automáticamente al comprender que ya no tenía que disimular su abatimiento, pero aún así, no desaprovechó el cable y nos explicó que había tenido partido de futbol el día anterior, que se había acostado tarde y se había levantado a las cinco de la madrugada... y sus movimientos y sus gestos ya fueron más apacibles durante el resto de la reunión.

Qué trabajo más duro, ahora vendes el poderío y tres meses después, tienes que hablar con la misma persona a la que tenias que hepatar, pero ahora para pedir comprensión con la pésima situación de la empresa... La vida enseña a golpes, ahora estás arriba y mañana estás abajo... Y pasado mañana...

Ella, de Bebe: la vida empieza todos los días.

Esta canción ... me encanta. No sé qué efecto produce en un hombre, si se siente identificado en algo, pero creo que casi todas las mujeres si nos vemos reflejadas uno o varios de sus párrafos... cada quien que elija el suyo, yo me quedo con especialmente con la parte que no es cantada, sino declamada. Bebe tiene una habilidad expresiva especial para los sentimientos y los estados de ánimo, tanto en las letras como en la música.

Esta canción a mi me resuena en la cabeza los días que estoy particularmente contenta o satisfecha conmigo misma, los días en que me quiero un montón, vamos... así normalmente me anima cuando la escucho.


Aqui dejo la letra y el video.

Ella se ha cansado de tirar la toalla
se va quitando poco a poco telarañas
no ha dormido esta noche pero no esta cansada
no mira ningún espejo pero se siente to’ guapa

Hoy ella se ha puesto color en las pestañas
hoy le gusta su sonrisa, no se siente una extraña
hoy sueña lo que quiere sin preocuparse por nada
hoy es una mujer que se da cuenta de su alma

Hoy vas a descubrir que el mundo es solo para ti
que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño
Hoy vas a comprender que el miedo te puede romper
con un solo portazo.

Hoy vas a hacer reir
porque tus ojos se han cansado de ser llanto, de ser llanto…

Hoy vas a conseguir reir tanto de ti y ver que lo has logrado que…

Hoy vas a ser la mujer
que te dé la gana de ser
Hoy te vas a querer
como nadie te ha sabido querer
Hoy vas a mirar pa’lante
que pa atrás ya te doy yo bastante
una mujer valiente, una mujer sonriente
mira como pasa

Hoy no has sido la mujer perfecta que esperaban
ha roto sin pudores las reglas marcadas
Hoy ha calzado tacones para hacer sonar sus pasos
Hoy sabe que su vida nunca mas será un fracaso

Hoy vas a descubrir que el mundo es solo para ti
que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño
Hoy vas conquistar el cielo
sin mirar lo alto que queda del suelo
Hoy vas a ser feliz
aunque el invierno sea frio y sea largo, y sea largo…
Hoy vas a conseguir
reir tanto de ti y ver que lo has logrado…

Hoy vas a descubrir que el mundo es solo para ti
que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño
Hoy vas a comprender
que el miedo te puede romper con un solo portazo.
Hoy vas a hacer reir
porque tus ojos se han cansado de ser llanto, de ser llanto…
Hoy vas a conseguir
reir tanto de ti y ver que lo has logrado