sábado, 24 de enero de 2009

Postales (II).- Crisis y extranjería.

Instantes. Esta semana regresaba a la oficina despues de acudir a una diligencia de embargo; tal y como están las cosas hay que estar muy pendiente para que no se escape nada. Al llegar, el valiente y arriesgado empresario... no dio la cara; puso de escudo a varias de sus empleadas que, sin decirlo, con su mirada interrogaban: si embargais hasta los ordenadores... ¿qué va a pasar con mi sueldo este mes?. Nos atendieron amablemente, y nos fuimos de allí dejando el olor de la tensión y la preocupación, escuchando detrás nuestro los ecos de las frases más oidas en estos tiempos... "cagoenlosbancos, laculpaesdelasinmobiliarias, avercomosalimosdeesta"...


Volviendo a la oficina en metro, de pie a mi derecha, dos chicas hablaban de sus cosas; debian ser de origen rumano y ruso, o algo así, porque hablaban en castellano pero con un fuerte acento del este. El sonido de una frase me alcanzó: "si, hace un tiempo que hay menos trabajo... yo creo que es desde que hay tantos extranjeros en España". No pude oir la respuesta de su interlocutora porque irrumpió en el vagón, estridente y metálica, la música de una pareja de chicos sudamericanos cantando... "solo le pido a Dios que lo injusto no me sea indiferente"...

Mientras, a mi izquierda, una mujer de color le sonaba la nariz a su hijo pequeño.

martes, 20 de enero de 2009

La tristeza de la nada

Pues hoy estoy triste... he tenido un dia de esos en los que alguien necesita urgentemente tu apoyo porque está emocionalmente hundida, y he terminado agotada. Intento obtener retroalimentación de esas situaciones, y sentirme bien por poder ser util a alguien; a fin de cuentas, yo he tenido muchas veces personas que me han ayudado a salir de mis baches. Justo es que yo responda igual.

Sin embargo, creo que hoy no estaba yo tampoco en condiciones, porque me he quedado más triste de lo habitual... y pensando en por qué, he llegado a la conclusion de que estoy triste por la nada...

La nada en que se convierte una relación que ha sido preciosa, en la que me he sentido muy querida, pero que ha ido disolviéndose poco a poco y se esta convirtiendo en... nada.
No debería extrañarme, es un efecto buscado... quien me quería dejó de hacerlo, y me lo dijo... varias veces, alto y claro... y aunque yo no quería creerlo, porque no era y no es lo que yo percibo, hay que respetar la voluntad de las personas, sobre todo si son personas a las que quieres... Es una decisión legítima la que tomó, él conocerá sus motivos, y yo lo respeto.

Y llevo tiempo intentando disolver mis sentimientos, que se agoten, que se cansen... y hoy me he dado cuenta de que lo estoy consiguiendo... Estoy logrando llegar a la nada en mis emociones hacia él... y me entristece, aunque sea lo que él me ha pedido.
Solo espero que cuando llegue al cero absoluto él no cambie de idea... Y que, como él dice que quiere, seamos buenos amigos... Hay cosas que son irreversibles... Y me da pena que una relación bonita, llena de complicidad y respeto mutuo se disuelva en la nada.

sábado, 17 de enero de 2009

Ser o no ser... esa no es la cuestión.

La semana pasada estaba trabajando en mi mesa, concentrada en la redacción de una demanda, cuando sonó mi móvil... Dudé si responder o no, porque el número no me era conocido, pero finalmente acepté la llamada porque parecía un número de una centralita. Al otro lado, una voz femenina, de forma desganada e impersonal, me preguntaba por mi nombre y si quería hablar con "Paco"... "Perdone ¿qué Paco?... conozco varios..." Al oir el apellido, claro, lo identifiqué claramente... Y me dí cuenta de lo que estaba pasando cuando la voz cansina del otro lado se identificaba a sí misma como "una enfermera de la planta de psiquiatría del hospital X".


Hace ya tiempo que Paco andaba mal, muy mal. Es cliente mío desde hace unos tres años, y nunca ha estado muy bien... No sé exactamente qué le pasa, pero tratando con él estos años me he dado cuenta de que tiene la percepción de que el mundo está contra él. Y poco a poco se ha ido quedando totalmente solo, divorciado y con una malísima relación con la única familia que le queda, su padre y su hermano, de quienes piensa que solo quieren aprovecharse de él, como su ex-mujer, su empresa, el Estado, sus ex-amigos...


Ultimamente me llamaba a mí para contarme los detalles del complot que el universo habia tramado contra él, y hacia tiempo ya que no recibía noticias suyas.


Cuando se puso al teléfono, no queria que yo hiciera nada, no necesitaba mis servicios... solo quería hablar con alguien, porque cree no tener nadie con quien hablar. Comenzó diciendo... "Hola, soy yo... llamo para decirte que ni con esto he tenido suerte, soy un desgraciado, todo me sale mal"... Me contó que el día uno de enero se habia tomado cincuenta pastillas, porque no encuentra más solución en esta vida para sus males: no tiene casa, no tiene trabajo, esta en el RAI, los bancos no le dan crédito ya... "Mi padre y mi hermano, ahora, dicen que me quieren ayudar... ahora, pues vaya, ahora ya no los necesito... en cuanto salga de aqui lo voy a volver a hacer, ya no tengo motivo para vivir"...
Nunca me habia encontrado en una situación así. He conocido personas que un dia intentaron suicidarse... yo misma he tenido en breves momentos ideaciones suicidas, aunque yo misma era consciente que se debían a que me superaba una situación y estaba convencida de que era algo pasajero... Intenté imaginarme cómo me habia sentido yo misma en aquellos momentos, y recordar lo que me habian contado esas personas que yo habia conocido... No tenia mucho tiempo para reaccionar, pero saqué de mi memoria que los sentimientos, en ese momento, pueden ser los de que eres un estorbo en este mundo, que a nadie le eres útil, que si desaparecieras nadie se enteraría en realidad, y que la lucha para seguir adelante no merece la pena en esas condiciones... Intenté darle algo a lo que aferrarse, hacerle ver que él aún podia ser útil a muchas personas, que sabía hacer cosas y tenia una edad y fuerza física como para poder ser la diferencia en la vida de algunas personas... Que en lugar de tirarse a la basura como si fuera un trasto viejo, se reciclara como hacemos con el vidrio... "Paco, si ya no quieres ser más tiempo Paco... intenta ahora no serlo... pero utiliza tu persona y ayuda a alguien que lo necesite... no tires a la basura todo el esfuerzo que hay invertido en criar y educar a un hombre adulto en estos tiempos..." Le pregunté si le estaban dando psicoterapia y me dijo que solo tratamiento médico, que el psicólogo está saturado de pacientes. Le pedí que cuando le dijeran que le iban a dar el alta, me avisara, y me contestó con un "Si, bueno, ya. Te llamaré o... ya sabrás de mí. Muchas gracias. Adios".

Creo que no le convencí nada. Creo que nadie podria convencerle.

Me vino a la mente el monólogo de Hamlet y pensé que, en realidad, la cuesión no es ser o no ser... ese no es el problema. El verdadero dilema es qué ser, porque el no ser no es nada, solo desaparecer.




Sé que los pensamientos suicidas de una persona con una patología psiquiátrica no se pueden rebatir. Y sé que no se puede argumentar con ellos, porque de nada sirve, ya que se encuentran tan superados por los problemas que no saben o no pueden gestionar, que se obcecan en que desaparecer es la única salida, la unica solución. Pero en realidad, suicidarse no es una solución, sino tan solo dejar sin resolver los problemas que te llevan a esa situación. Por tanto "no ser" no es una alternativa para resolver, es sólo eso, dejar de estar.

La alternativa real es "qué ser" o "cómo estar"... ese es el verdadero dilema. Como el propio Hamlet proseguía en su monólogo, la cuesión es si uno debe dormitar durante los embates de la vida, agacharse y sólo esperar a que pase la tormenta o... debe uno salir al encuentro de los problemas, enfrentarlos y resolverlos. No ser, no es una opción, es sólo una huída.


"Ser o no ser, esa es la cuestión: ¿es más noble para el alma soportar las flechas y pedradas de la áspera Fortuna o armarse contra un mar de adversidades y darles fin en el encuentro? Morir: dormir, nada más. Y si durmiendo terminaran las angustias y los mil ataques naturales herencia de la carne, sería una conclusión seriamente deseable. Morir, dormir: dormir, tal vez soñar." (Hamlet, Shakespeare)

lunes, 5 de enero de 2009

Carta a los Reyes Magos

Queridos Gaspar, Melchor y Baltasar:
Otro año más me encuentro haciendo una lista de pedidos para el año que comienza; permitidme que os apee el tratamiento real, pero hace ya cuarenta y una Navidades que nos conocemos y lo de Altezas y Majestades es un poco cansado... además, ya me conoceis: soy republicana :-)

Gaspar, como tú eres el mayor de todos, creo que eres el más indicado para este regalo: me gustaría este año ganar un poco de serenidad y paciencia. Me he intentado portar bien en este aspecto, y he mantenido la calma en situaciones en las que, años atrás, habría llorado y pataleado como una niña pequeña... o, peor, habría blasfemado e insultado a diestro y siniestro... o me habría encerrado en casa a sufrir de forma neurótica. Creo que este año, la mayoría de las veces he sido capaz de pensar con claridad, retrasar mi primera reacción visceral y esperar a encontrarme en un mejor estado de ánimo para responder, o incluso, no hacerlo porque me he dado cuenta de que no llevaba a ningún lado... En particular, ese mejor control de mi misma creo que lo he demostrado en mi relación con mi madre, con la que apenas he discutido este año, y en mi oficina.
Pero he tenido varias ocasiones en las que he perdido la los nervios con las situaciones o las personas de mi entorno; algunas las he comentado ya en este blog, y me han obligado a pedir perdón a esas personas. Por eso, espero mejorar en ello y te pido como regalo este año unas gotitas de tranquilidad y aceptación. Saldrán favorecidas las personas a las que aprecio, porque el perdón no borra las heridas causadas, solo calma el dolor, y también saldré ganando yo, porque sufro mucho cuando no controlo mis reacciones.

Melchor, siempre te he visto (percepción mía) como una persona muy activa; por eso, este año te pido energía y voluntad para poder llevar adelante mis proyectos personales y profesionales. Este año he aceptado algunos retos importantes para mí, y creo que los he enfrentado bien: tuve que plantear mi necesidad de progreso en mi oficina, y conseguí hacerlo y negociar un buen acuerdo, creo que satisfactorio para todos; me propuse conseguir mi casa, para mi hijo y para mí, con el fin de darle un entorno más delimitado y sentido de familia (aunque sea monoparental) y aquí estoy, en mi salón escribiendo esta carta. Acepté una propuesta que me daba mucho miedo: un viaje largo a un lugar muy lejano en un momento de mucho trabajo, y lo hice, lo pasé muy bien y a mi vuelta, todo seguía en pie. Aprendí mucho con ello. También ha habido rendiciones, por supuesto, como por ejemplo volver a caer en el tabaco; pero yo ya me he perdonado y estoy intentando de nuevo lograr ese objetivo... aunque de momento no lo he conseguido.
Así que, creo que en este area, también me he portado razonablemente bien, y me gustaría seguir teniendo ilusión por las personas, los proyectos y los retos que este año se me planteen. Me gusta estar viva, y tener metas es la mejor forma de sentirlo.

Baltasar, siempre me has parecido un tanto especial... creo que a mi y a todo el mundo, porque eres "el más distinto" de los tres. Quisiera que este año me regalaras un poquito más de comprensión de la realidad ajena, fundamental para que funcionen los otros dos regalos que he pedido. Este año me he esforzado mucho por entender el punto de vista de otras personas y respetarlo, para lo cual, he tenido que imaginarme cómo reaccionaria yo en sus circunstancias. A veces ha sido muy difícil, porque uno no puede meterse en la cabeza de otro, pero al menos, me ha permitido darme cuenta de que personas cercanas a mí no ven las cosas como yo, aunque a mi me resulte difícil de creer, y que no necesariamente mi visión es la correcta. Por eso, te pido que abras un poco más mi comprensión, a fin de econtrar la lógica de algunas conductas, y así poder respetarlas aunque no las comparta.

En general, como veis y como sabeis, creo que no he llevado un mal año. Por eso, si es que no me podeis traer lo que os pido, me contentaré con llevar un año como el que acaba de terminar, en el que he podido contar en momentos clave con el apoyo de varias personas, familia y amigos, con las que me gustaría seguir contando, y en el que mi hijo se ha hecho un poquito más hombre con buena salud y creo que una razonable felicidad.

Os dejaré unos chupitos de anis y un poco de roscón esta noche, por si teneis hambre, y un cubo con agua para los camellos.

Muchas gracias y estamos en contacto.

Maribel