lunes, 5 de enero de 2009

Carta a los Reyes Magos

Queridos Gaspar, Melchor y Baltasar:
Otro año más me encuentro haciendo una lista de pedidos para el año que comienza; permitidme que os apee el tratamiento real, pero hace ya cuarenta y una Navidades que nos conocemos y lo de Altezas y Majestades es un poco cansado... además, ya me conoceis: soy republicana :-)

Gaspar, como tú eres el mayor de todos, creo que eres el más indicado para este regalo: me gustaría este año ganar un poco de serenidad y paciencia. Me he intentado portar bien en este aspecto, y he mantenido la calma en situaciones en las que, años atrás, habría llorado y pataleado como una niña pequeña... o, peor, habría blasfemado e insultado a diestro y siniestro... o me habría encerrado en casa a sufrir de forma neurótica. Creo que este año, la mayoría de las veces he sido capaz de pensar con claridad, retrasar mi primera reacción visceral y esperar a encontrarme en un mejor estado de ánimo para responder, o incluso, no hacerlo porque me he dado cuenta de que no llevaba a ningún lado... En particular, ese mejor control de mi misma creo que lo he demostrado en mi relación con mi madre, con la que apenas he discutido este año, y en mi oficina.
Pero he tenido varias ocasiones en las que he perdido la los nervios con las situaciones o las personas de mi entorno; algunas las he comentado ya en este blog, y me han obligado a pedir perdón a esas personas. Por eso, espero mejorar en ello y te pido como regalo este año unas gotitas de tranquilidad y aceptación. Saldrán favorecidas las personas a las que aprecio, porque el perdón no borra las heridas causadas, solo calma el dolor, y también saldré ganando yo, porque sufro mucho cuando no controlo mis reacciones.

Melchor, siempre te he visto (percepción mía) como una persona muy activa; por eso, este año te pido energía y voluntad para poder llevar adelante mis proyectos personales y profesionales. Este año he aceptado algunos retos importantes para mí, y creo que los he enfrentado bien: tuve que plantear mi necesidad de progreso en mi oficina, y conseguí hacerlo y negociar un buen acuerdo, creo que satisfactorio para todos; me propuse conseguir mi casa, para mi hijo y para mí, con el fin de darle un entorno más delimitado y sentido de familia (aunque sea monoparental) y aquí estoy, en mi salón escribiendo esta carta. Acepté una propuesta que me daba mucho miedo: un viaje largo a un lugar muy lejano en un momento de mucho trabajo, y lo hice, lo pasé muy bien y a mi vuelta, todo seguía en pie. Aprendí mucho con ello. También ha habido rendiciones, por supuesto, como por ejemplo volver a caer en el tabaco; pero yo ya me he perdonado y estoy intentando de nuevo lograr ese objetivo... aunque de momento no lo he conseguido.
Así que, creo que en este area, también me he portado razonablemente bien, y me gustaría seguir teniendo ilusión por las personas, los proyectos y los retos que este año se me planteen. Me gusta estar viva, y tener metas es la mejor forma de sentirlo.

Baltasar, siempre me has parecido un tanto especial... creo que a mi y a todo el mundo, porque eres "el más distinto" de los tres. Quisiera que este año me regalaras un poquito más de comprensión de la realidad ajena, fundamental para que funcionen los otros dos regalos que he pedido. Este año me he esforzado mucho por entender el punto de vista de otras personas y respetarlo, para lo cual, he tenido que imaginarme cómo reaccionaria yo en sus circunstancias. A veces ha sido muy difícil, porque uno no puede meterse en la cabeza de otro, pero al menos, me ha permitido darme cuenta de que personas cercanas a mí no ven las cosas como yo, aunque a mi me resulte difícil de creer, y que no necesariamente mi visión es la correcta. Por eso, te pido que abras un poco más mi comprensión, a fin de econtrar la lógica de algunas conductas, y así poder respetarlas aunque no las comparta.

En general, como veis y como sabeis, creo que no he llevado un mal año. Por eso, si es que no me podeis traer lo que os pido, me contentaré con llevar un año como el que acaba de terminar, en el que he podido contar en momentos clave con el apoyo de varias personas, familia y amigos, con las que me gustaría seguir contando, y en el que mi hijo se ha hecho un poquito más hombre con buena salud y creo que una razonable felicidad.

Os dejaré unos chupitos de anis y un poco de roscón esta noche, por si teneis hambre, y un cubo con agua para los camellos.

Muchas gracias y estamos en contacto.

Maribel

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues espero que te traigan todas esas cosas y si no, como eres tan lista y apañada, seguro que las encuentras tú sola.

Seguro que tu hijo ha disfrutado un montón estos días, quién pudiera volver a ser niño otra vez!!!

Espero que tú y tu hijo tengáis salud, que creo es lo más importante, y que todo vaya bien en este recién empezado 2009, que todos tus sueños se cumplan! (o la menos unos cuantos jeje).

Ronan dijo...

Me ha resultado muy curiosa la descripción de cada rey mago... Nunca los había mirado como arquetipos de diferentes cualidades... Me ha encantado la enseñanza que le pides a cada uno de ellos.

Bueno, voy a añadir yo otra: Papá Noel, ese hombre que atraviesa la nieve con ayuda de sus renos mientras se ríe. Se necesita ser fuerte para soportar el frío que sufre hasta llegar a las zonas cálidas del planeta, y él hace todo esto con una sonrisa en la cara y protegiendo los regalos que trae para los niños. Yo quiero aprender su fuerza para enfrentarse a esas fases en la vida que se parecen a una tormenta de nieve, y pese a todo, conservar la ingenuidad y la generosidad suficientes para, aún así, sonreír y pensar en lo que los demás pueden necesitar.
Y ahora, a por enero ;) Un abrazo!