martes, 14 de octubre de 2008

Charlas con mi hijo (II)

Desde luego, si antes abro esta serie, antes me surge la ocasión de postear sobre el tema... Y esta ha sido una charla muy seria a la que temo desde que me separé.
Ya hace dos años que me preguntó por primera vez por qué su padre y yo nos habíamos separado; yo intenté explicarle en términos que pudiera entender, que la causa fue que no éramos felices juntos. Y como estoy cansada de leer que los hijos de padres separados piensan que son ellos el motivo, que algo hicieron mal, o que sus padres (uno o los dos) no les quieren los suficiente... insistí mucho en que tanto su padre como yo le queríamos muchísimo, y que nos queríamos también entre nosotros muchísimo, pero que decidimos que era mejor vivir separados porque nos peleabamos mucho... y que la única forma de poder seguir queriéndonos era separarnos.
Y también hace tiempo que respondí a la pregunta de cuándo iba a volver a vivir con su padre: nosotros no viviremos juntos de nuevo, porque somos más felices así, y tu padre tiene una mujer que también lo quiere mucho y con la que puede vivir feliz... y a la que nosotros también queremos mucho, porque hace feliz a su padre...
Todos felices, todos nos queremos mucho, todos estamos de acuerdo en vivir como lo estamos haciendo... En fin, todo positivo. Y su padre mantiene, conmigo, la misma versión de respuestas a esas preguntas.
Sin embargo, ayer, me preguntó mi hijo por el motivo de nuestro traslado a Madrid cuando nos separamos su padre y yo... "Hijo, me vine a Madrid contigo porque necesitaba que la abuela me ayudara a cuidarte"... Oh, oh... según terminé de decirlo, me dí cuenta de cuál iba a ser la siguiente pregunta: "¿Y por qué mi padre no te ayudó a cuidarme? Mi padre sabe cuidarme, nos podiamos haber quedado allí, y así yo no le echaría de menos..."
No puedo decirle a mi hijo la verdad, porque para él su padre es lo mejor, es lo más... es su héroe... Dice que cuando sea mayor y fuerte como su padre, se irá al desierto a cazar miles de escorpiones, serpientes y cocodrilos... dice que cuando sea mayor llevará el pelo como su padre... que se pondrá traje y corbata como su padre... No puedo decirle que su padre, en aquel momento, no trabajaba, no podía ni sostenerse a sí mismo y, además, estaba en tratamiento de rehabilitación... no puedo decirle que llegaba a casa a las cinco de la madrugada totalmente puesto, gritándome e insultándome, a pesar de que él, que era un bebé, estaba durmiendo en la cuna... Que me tuve que ir porque empezaba a tener miedo, por mi salud mental y porque veía que nada iba a cambiar, y por que me dí cuenta de que, sólo si me iba, él podria llegar a tener la idea que hoy tiene de su padre, ya que no recordaría nada de aquello...
Su padre ya no es así, ahora mismo está fuera de ese problema; trabaja y convive con una mujer que le hace feliz, y viene a verlo , lo llama a diario, y se va con él en vacaciones... pero cometió un error que le costó su familia... No puedo decírselo a mi hijo.
Hacía tiempo que no lloraba por este motivo, pero no pude evitarlo. Por suerte, mi hijo no me vio porque ibamos en el coche... mi hijo me culpa por haberle separado de su padre... Subí la música porque ponían una canción que le gusta a mi hijo y cuando se terminó, solamente le dije: "Tu padre no podia ayudarnos porque el pobre estaba muy malito, él quería... pero no podía; ahora ya está bueno, y por eso, puede cuidarte cuando viene a verte o cuando te vas con él de vacaciones".
Dios, qué dolor de hijo. Qué dolor de vida.

4 comentarios:

Ronan dijo...

Siento mucho que tengas que verte en unas situaciones así... Desde luego no es fácil para un niño la separación de sus padres, pero tampoco es nada fácil para los padres explicárselo al niño de modo que lo entienda. Sabes, creo que aunque te duela mucho y lo pases mal en momentos así, estás haciéndolo lo mejor que puedes y me parece admirable cómo logras salir adelante sin recurrrir a culpar al padre de todo, ni escurrrir el bulto, ni tratarle de tonto. Ánimo Maribel, un beso

Maribel dijo...

Muchas gracias, Ronan. Como todo el mundo, yo me equivoco muchisimo en la vida y en mis relaciones con otras personas, pero esto (que me cuesta dejarme cachitos de alma en cada ocasión) creo que es un acierto. Y me hace muy feliz que mi hijo tenga a su padre, sin que yo haya sido un obstáculo en esa relación... Espero que él sepa corresponder a mi esfuerzo y, sobre todo, a la responsabilidad que supone ser el héroe de tu hijo.
Gracias de nuevo. Un beso

israel dijo...

Te voy a contar algo que nunca le he contado a nadie, lo he pensado muchas veces pero nunca lo había dicho, ni escrito ni nada.

Cuando era pequeño, un una mañana estaba yo en la cama sentado, con mi madre (bueno es un recuerdo aproximado pues era un niño; tendría unos 8 años), el caso es que recuerdo que mi padre salió del aseo y le dijo a mi madre algo así "Mari, esto no puede seguir así", no recuerdo si añadió algo sobre separarse pero yo supe que a qué se refería mi padre. De alguna forma eso me caló hondo, y creo que aquéllo cambió mi vida, no sé, quizá exagero pero creo que gran parte de cómo soy ahora es por eso, no me refiero sólo a quel día obviamente si no a toda aquella época porque lo que has relatado de tu marido me ha recordado a mis padres. O sea. mi padre no insultaba a mi madre ni nada de eso pero recuerdo que poco a poco fue haciéndose más gris, por decirlo así, entiendes? O sea, cambió, y recuerdo alguna vez haberlo visto un poco bebido y discutiendo con mi madre. Era un buen padre y buena persona aunque me pregunto si madre tuvo que pasar por cosa como las tuyas. Luego mi padre se fue a México, cuando volvió dijo que había sido lo mejor para mi hermana y para mí, por recomendación de alguien, no recuerdo si dijo un psicólogo o un profesor o yo qué sé. Cuando él volvió yo estaba enfadado por habernos dejado pero en seguida lo olvidé, eran cinco años sin verlo así que... luego murió... bueno sobre esto ya escribí en una entrada titulada "10 años después", creo. El caso es que todo aquello me afectó sin duda. Ya cuando me hice mayor no me gustaba decir que mis padres estaban separados, rehuía ese tema, era como un "vergüenza". Todo aquello me cambió, los años de colegio fueron duros, mi personalidad cambió, creo que mis miedos vienen de ahí y a veces me seitno frustrado por ello pero bueno.

Vaya desahogo, esto lo podría escribir en una entrada... qué va! Algo así no me gustaría escribirlo, me sigue incomodando hablar sobre esto.

En fin, haces bien en hablarle así a tu hijo, se hará mayor y lo entenderá mejor y si su padre ha cambiado, pues lo que importa, el problema sería ni fuera el mismo de antes.

Maribel dijo...

Isra, muchas gracias por contarme eso. Me parece muy duro hacerlo, y a mí me sirve saber cuál es el sentimiento que tiene un hijo en esas situaciones. Se lo pregunté una vez a un amigo, pero no me aclaró nada, la verdad.
Yo me siento muy culpable de privar a mi hijo de su padre, porque si alguien no es responsable de que la relación no funcionara, no es él. El compromiso era de sus padres, entre ellos y para con él.
Sé que el sentimiento de culpa no es racional, y que además, es inutil porque no arregla nada. Pero convivo con él y aprendo a controlarlo, por ejemplo, no sucumbiendo a sus presiones para que le busque un padre postizo.
Seguro que tu padre fue un buen hombre y un buen padre, pero es normal que estuvieras enfadado... dicen que el "hambre de padre" es la causa de muchos problemas de adaptación posteriores. Pero a veces, es mejor que un padre nocivo... ahora que eres adulto, lo puedes comprender, pero cuando eras niño, no lo creo. Por eso estabas enfadado, supongo... pero él se fue para dejar de ser un padre nocivo, por lo que se ve. Asi que era un buen padre, porque tomó la decision de la renuncia máxima: alejarse de aquellos a los que quiere.
Si algo admiro yo de mi ex es, precisamente, eso: haber sido capaz de reaccionar así en un momento crítico.
Un beso, y un abrazo, Israel