miércoles, 17 de septiembre de 2008

Más hombres

Bueno, pues hoy iba a escribir una entrada sobre los miedos (de nuevo) pero los acontecimientos del día me han hecho cambiar de idea, ya que ha sido una de esas jornadas en las que te encuentras con personas amables, peculiares y con una historia que contar de las que animan.

He ido esta mañana a una prueba testifical al Juzgado de Orgaz, en Toledo, para una ratificación de unos agentes de tráfico en un delito por conducción temeraria... Ya de entrada, la llegada al pueblo me produjo una sensación muy positiva, porque es un pueblín pequeño que conserva muy bien su arquitectura tradicional de calles estrechas y empedradas, y fachadas blancas con soportales de madera. Además, hoy hacía buena temperatura, el cielo estaba despejado y la luz ya no incide tan vertical como en verano, por lo que los colores son más vivos.

Al salir del Juzgado, he intentado invitar a los señores agentes a un café, ya que han sido muy amables y agradables conmigo, pero (como yo esperaba) no se han dejado, y a cambio, me han avisado de que tenían que volver a sus funciones con el rádar... a la ruta que yo iba a tomar seguidamente (glup).

Así que, he entrado ha tomarme un café antes de iniciar mi regreso, en el primer bar que hacía esquina. Y mientras el propietario, que atendía la barra, terminaba unas comandas pendientes de cafés, zumos y tostas variadas, he visto que tenían pulguitas a 1 € y me he dicho... "¿por qué no? el verano que viene está lejos" Y mientras, me he puesto a intentar enviar un mail (muy desagradable) a mi ex, con quien ultimamente tengo ciertas tensiones.

El propietario despachaba con alegría a todo el mundo, y cuando le he pedido el café y la pulga (de jamón serrano con tomate rallado), al verme de nuevo meter la cabeza en la pantalla de mi móvil, me ha espetado: "¡no será de trabajo lo que estás haciendo!... ¡tómate un respiro, mujer!"... Y el caso es que, como me pasó con el chico de la copistería de mi barrio, no sé como hemos empezado a charlar. Y fue una conversación agradable, en la que me comentó que él, hasta hace unos meses, trabajaba y vivía en Madrid, como ejecutivo de una empresa de publicidad... que ganaba bien, y le gustaba su trabajo, especialmente por una cuenta importante que llevaba ultimamente. Pero que en la empresa quisieron cambiarle de cuenta y no le gustó nada el tema... así que, en lugar de aguantar, o cambiarse de empresa, decidió irse al pueblo a poner un bar. No para siempre, pero si por un tiempo.

Y me gustó. Me gustó mucho esa idea de poder, de repente, hacer una especie de paréntesis y cambiar de actividad radicalmente. Claro que hay que poder permitírselo, no solo económicamente, sino también en cuanto a tus compromisos personales, ya que este chico es soltero, se está comprando un piso en el centro de Madrid que sigue pagando sin problemas, y no tiene cargas familiares de ningún tipo.

Su conversación era muy alegre y divertida, además de inteligente; seguro que le dio vértigo en algún momento tomar esa decisión, pero ahí está el tío, viviendo su vida como quiere. El dice que en su mundillo siempre lo han tenido por un poco grillado, pero yo creo que lo que ha hecho, pudiendo hacerlo y sintiendo la necesidad de romper un tiempo con su rutina, es lo más sensato que he visto en mucho tiempo.

A vivir, que son dos días.

3 comentarios:

israel dijo...

Sí, a mí también me gustan las personas emprendedoras y atrevidas, los que son capaces de ponerse el mundo por montera y dar un cambio radical a su vida aunque también se tienen que dar unos condicionantes, como bien dices.


Hay gente interesante ahí afuera...

Unknown dijo...

bueno chicos, y a quien no. Yo sin ir mas lejos. En estos momentos un poco dificiles y con una casita en Matamorosa (reinosa)que frecuento todos los fines de semana que me dejan, cada vez me cuesta mas volver.
Me gusta el trabajo y vivir en Madrid, pero, esto se está poniendo un poco espeso para respirar.
Sin embargo allí, mirando las estrellas, que se ven, me bebo un cubata, que me prepara mi maridito, y hablamos o vemos la tele, tranquilamente......

Maribel dijo...

Ay, cudillero!!!... Qué envidia das, aunque sea solo los fines de semana!!!...
Un beso, guapa